¿Tienen futuro las ferias suizas de relojería tal y como están planteadas en la actualidad?

A tenor de los acontecimientos, “deserciones” y declaraciones que se están produciendo desde el verano por parte de los principales actores, parece haber un gran consenso al afirmar que como se desarrollan ahora no tienen mucho futuro. Algo tiene que cambiar, es evidente. Y tiene que hacerlo rápido. Corren nuevos tiempos y la globalización ha acelerado la evolución de la industria relojera como ha ocurrido en otros sectores.

“Hoy todo es más transparente, rápido e instantáneo”, afirma Nick Hayek, presidente del Grupo Swatch, que ya no estará en la próxima edición de Baselworld. Para Hayek, “es necesario que (las ferias) se reinventen, que respondan adecuadamente a la situación actual y que demuestren un mayor dinamismo y creatividad”.

Sin contradecir en su totalidad estos argumentos, Thierry Stern, presidente de Patek Philippe, no duda en afirmar que “la feria de Basilea tiene futuro”. Lo mismo opinan los directivos de Chopard, Rolex o las marcas de LVMH, por ejemplo. Pero para Stern, aún cuando Baselworld sigue siendo una buena plataforma para reunirse con detallistas, clientes y periodistas, “las fechas deben alinearse con las del Salón de Ginebra. Esto es clave si se quiere tener éxito en el futuro”, asegura el presidente de Patek Philippe.

Sea como fuere, la polémica está servida y la especulación se ha adueñado de las conversaciones de los círculos relojeros internacionales. Y la incertidumbre aumenta más aún tras el anuncio de Audemars Piguet y Richard Mille de que el próximo será su último año en el SIHH.

Y a todo esto, ¿cómo responden las ferias en cuestión, más allá de algunos anuncios vagos con diversas propuestas poco concretas? Habrá que esperar un poco más para ver si son capaces de responder satisfactoriamente a las nuevas necesidades de un sector cambiante y preocupado por unas ventas que no acaban de remontar.

¡Feliz Navidad para todos!