Jaeger-LeCoultre presenta la obra más anhelada por los incondicionales de la exquisita mecánica y las refinadas complicaciones, el Master Grande Tradition à Répétition Minutes, elegancia y confort con un movimiento mecánico de carga automática.

Referirse al nuevo modelo de la manufactura suiza supone hablar de arte relojero en escala mayor. Y es que las piezas con repetición de minutos que revelan la hora con música habitan en un sobresaliente lugar del universo relojero.

La caja de 39 milímetros luce bisel cóncavo y esfera de textura graneada que le da la apariencia de un reloj clásico. La repetición de minutos es activada por un monopulsante situado en el eje opuesto al timbre de cristal, equipado con un sistema de seguridad para evitar que se vuelva a poner en marcha si se presiona por error mientras el sistema está en funcionamiento.

La marca ha desarrollado un timbre cristal con una sección cuadrada, realizado en una aleación especial y elaborada en una solo pieza, que proporciona al sonido una gran riqueza. Más aún, este repetición de minutos se beneficia de dos martillos trebuchet, que golpean con fuerza los timbres cristal, cuyo talón está soldado al cristal superior. La potencia del sonido está acompañada por la regularidad de los golpes, que está garantizada por un regulador silencioso, que controla la energía proporcionada por el barrilete de la repetición. La energía del muelle se libera de manera constante, lo que permite que la melodía sea armoniosa y continua. Ese mismo regulador silencioso proporciona, a penas, 20 decibeles, un valor cercano al del silencio absoluto, por lo que ningún ruido altera la emisión del sonido.