No va a sorprender a nadie si escribo que, cualquiera que sea la coyuntura, el lujo va de maravilla. No es sorprendente afirmar que la industria del lujo escapa a todos los sobresaltos coyunturales, como no es, en consecuencia, extraño constatar que, incluso en los países que sufren la crisis, las ventas de relojes de alta gama van muy bien.

Cada mes, la Federación de la industria relojera suiza (FH), publica las cifras de relojes exportados, con su valor al precio de exportación. De hecho, hay que saber que un reloj de alta gama que sale de Suiza al precio de 3.000 euros va a ser vendido, en una tienda al por menor, a un precio de 9.000 ó 10.000 euros. A esto se llama precio “al detalle”, es decir, el precio que el cliente deberá desembolsar para poder llevar ese reloj en su muñeca.

Esta estadística da las cifras de las exportaciones, es decir que se contabilizan los relojes y los valores que los representan a precio de exportación. No se trata en absoluto de ventas, se trata de guardatiempos que han salido de Suiza, como decíamos. Así, a finales del mes de agosto la FH subrayaba: “Las exportaciones relojeras han permanecido estables, a pesar de haber habido un día laborable menos que en agosto de 2012. Su valor mensual se estableció en 1,5 mil millones de francos (+0,5%), es decir, 7 millones de francos más que el año anterior. En los dos tercios del año, el valor acumulado indica 13,8 mil millones (+1,1%). Este resultado representa una consolidación a alto nivel para la relojería que continua creciendo ligeramente”. Así, por el momento, a pesar de un año récord en 2012, la relojería continua progresando. Habrá que esperar, no obstante, al mes de marzo de 2014 para conocer las cifras exactas del año.

Al mismo tiempo que da estos datos, la FH publica el cuadro de los principales mercados receptores de relojes que llevan la etiqueta helvética. Ahí se constata que Hong-Kong permanece como el mercado número uno, seguido por los Estados Unidos y China. El análisis valora 30 mercados y el examen de esta lista es muy interesante.

Mientras se podría pensar que las cifras de las exportaciones hacia los países del sur de Europa, que sufren los estragos de la crisis económica y financiera, son malas, resulta que lo que ocurre es todo lo contrario. Así, respecto a 2012, Italia progresa un 7%, España un 12,8%, Portugal un 26,9% y Grecia un 15,6%. Hay que recordar que la progresión global de la relojería suiza en comparación con 2012 y con todos los mercados juntos, es actualmente del 1,1%. Sorprendente, ¿no? Hay que subrayar también que algunos mercados, que no están en crisis como los del sur de Europa, sufren bajadas significativas.

China ve descender sus importaciones de relojes en un 16,2%; seguida por Francia, que indica un retroceso del 13,7%, y de Hong-Kong con una disminución del 8,9%. Está claro, estos descensos son típicamente significativos del retroceso coyuntural chino. Pero si se comprende fácilmente en el caso de Hong-Kong y en China, es más sorprendente en el caso francés. De hecho, los turistas chinos vienen a Francia en menor número y las boutiques de relojería de París han visto sus ventas descender fuertemente.

Pero volvamos a los países del sur. La estadística da valiosas indicaciones, aunque globales. Pero, bajo petición, la FH las detalla. Así, tomando el ejemplo de España, se constata que el aumento de las importaciones de relojes suizos se descompone de la siguiente manera:

• En el segmento de la alta gama, con un precio de exportación de 3.000 euros y un precio de venta al detalle de entre 9.000 y 10.000 euros, los relojes importados representan el 50% de la cifra de negocios para Europa y el 40% de la cifra de negocios para España. Lo que es realmente interesante es que mientras la progresión europea es de un 15%, en España es del 25%.
• En el segmento de los relojes medios, es decir con un precio de exportación de 500 euros, lo que viene a ser un precio de venta al detalle de 1.500 euros, el crecimiento es de un 30% en Europa y de un 2% en España.
• Finalmente, en el segmento económico, es decir hasta 500 euros de precio venta al público, constatamos una disminución en Europa del 3%, disminución que en España es del 6%. Si es demasiado largo y aburrido publicar las cifras para Italia, Portugal y Grecia, sí se puede decir que los resultados son parecidos, con porcentajes muy cercanos, a los que acabamos de detallar para España.

La conclusión es clara. Los consumidores que disponen de medios financieros importantes no están siendo afectados en absoluto por la crisis económica y son éstos los que sostienen la progresión general. Son ellas y ellos los que compran relojes de 10.000 euros en adelante. Esto me permite constatar también que aunque algunas marcas relojeras que representan esta alta gama no cesan de quejarse y gemir que nada va bien, esto no es en absoluto verdad. Las marcas que son honestas reconocen que, para ellas, el mercado español no es tan malo.